sábado, 17 de abril de 2010

MI MEMORIA HISTÓRICA





¿Realmente, vivimos en una Democracia? ¿En que clase de Democracia vivimos que no se ha juzgado todavía al genocidio fascista? ¿Cómo se puede permitir, que Falange Española, siente a un Juez al Banquillo de los acusados, por intentar abrir las causas de las desapariciones en el Franquismo?



Manuel Ríos Amado (mi abuelo), murió con la pena de no conocer el paradero de su hermano y su padre, asesinados en el puerto de las cruces de Morón de la Frontera. Sacados de sus casas, de su pueblo, montados en el camión, y llevados hacia su asesinato. Sin condena alguna, sin despedidas, sin motivo ni razón. Contaba mi abuelo como fue gente del mismo pueblo, como un vecino criado con su hermano, en su propia casa. Empuñó su fusil, se puso frente a ellos, el padre de mi abuelo lo miró y le pidió que primero fusilara a el y luego a su hijo, no quería morir teniendo en las retinas la muerte de su hijo. El hermano de mi abuelo, aprovecho para quitarse la gorra y pedirle con la sangre fría y la templanza, que la gorra que llevaba se la diera a su hijo. Esos deseos nunca se cumplieron.

Carmen Valiente Jiménez (mi abuela) Cuenta actualmente con 86 años. Hace 2 años me comentó que yo llevaba muchos años buscando a su suegro y su cuñado sin éxito, me propuso buscar a su padre. Que si fue detenido y no sabía si al final lo habían matado, y donde lo habían enterrado. Me puse en la búsqueda, y con ayuda de algunos historiadores Sevillanos, doy con el paradero de su archivo el número de legajo y el número de orden. Ya os podéis imaginar queridos lectores, la cara de mi abuela, que contaba con 84 años, que la última vez que tuvo noticias de su padre ella contaba con 13 años.
Su padre defendió la democracia instalada en su pueblo con las armas, en la misma entrada para que no pasasen los fascistas, huyó a la provincia de Málaga, trabajando en el campo. Fue arrestado conducido a otra población y luego llevado a la cárcel de su pueblo, donde mi abuela era la última vez que sabría de el. Luego para el calabozo del tribunal militar de Sevilla, donde se le aplicó un consejo de guerra, y se le condeno a muerte por delito de rebelión militar. El 24 de Junio del 1937 fue conducido al cementerio de San Fernando de Sevilla, y fusilado en la tapia derecha, posteriormente tirado a una fosa común.

71 Años después, mi abuela supo, como, donde y el porque asesinaron a su padre.



Me gustaría ver la cara de algunos de estos miembros fascistas, mirando fijamente a los ojos, a los hijos de los asesinados, que hoy pueden contar con unos 80 0 90 años, o a los familiares de las victimas. Y les dijeran que son nostálgicos, o que están removiendo el pasado. Cabe recordar que aproximadamente España cuenta con unas 114.266 personas desaparecidas, que no saben sus paraderos.

Desde aquí mi apoyo a las Asociaciones por la Recuperación de la Memoria Histórica y al Juez Garzón. Que nunca se rindan, por la lucha contra el genocidio que tuvo España.

¿Y quien juzgará a los asesinos de mis bisabuelos, y mi tío abuelo? ¿Cuándo se reconocerá, a todos y todas los que lucharon por la democracia, votada por el pueblo? ¿Quién le pagará los 71 años sin padre, que pasó mi abuela? Y que mi abuelo le asesinaran a su padre y su hermano, y a el, y a su hermano lo alistaran con el ejercito fascista, y vigilado durante toda la guerra ¿Eso que condena tiene?


Sólo se escuchaban respiraciones aceleradas
y el caminar marcial de quienes las custodiaban
Ruido metálico de fusiles y correajes
y el corazón desbocado desde el pecho hasta las sienes
Orden de detenerse y de repente darse cuenta
que ya no hay abrazo de despedida
Morirán solas, a escasa distancia de las fosas que las van a cobijar.

Barricada