jueves, 27 de enero de 2011

SI NO TUVIERAS MIEDO ¿ QUE HARÍAS?



Ayer, los trabajadores de Yamaha, se enteran en sus puestos de trabajo, que están en la calle. Que la empresa donde llevaban años trabajando, les daba una patada en el culo.

Por desgracia, no es la primera vez que esto pasa, todavía recuerdo aquel 15 de Enero del 2004 cuando Samsung de la misma manera y con la misma contemplación, hacía exactamente lo mismo. Y por desgracia lo viví, de primera mano.

¿Cuántas son ya las empresas que han desaparecido, dejando a miles de trabajadores en la calle?

Los empresarios, utilizan la mejor arma que tienen, y no es otra que el miedo. Nos extorsionan, nos manipulan y juegan con nuestros puestos de trabajo.

Veo a diario, gente trabajadora, que se desvive por su puesto de trabajo, que parecen que van a heredar su puesto de trabajo. Siempre con la excusa barata, ¿y, si me echan?

Seguro que en Yamaha, habría alguno de estos operarios, y yo les diría ¿Ha merecido la pena? ¿De que te ha valido arrastrarte, por miedo al despido? Si al final tú has sido un número más del lote de los 430.

¿Que nos está pasando? ¿Por que esta pasividad? Esta sociedad que tanto mira al futuro, camina como los cangrejos para tras. Nuestros mayores lucharon en una guerra, luego contra una dictadura, defendieron sus derechos algunos hasta con la muerte. Y ahora lo estamos perdiendo todo.

Pensemos por que estamos así, como hemos llegado a esto, y luego actuemos. Me hace gracia, cuando se escudan en los sindicatos. Muchos de los que se quejan de los sindicatos no son ni afiliados. Y los que somos afiliados, presionémosle, hagámoslos hacer su trabajo, que no es otro que el de defender nuestros derechos. Y si no lo hacen movilicémoslo para hacerlos dimitir.

Mientras sigamos pasivos, como diciendo mientras no me toque a mí, no pasa nada. Seguirán los despidos, por que están a la orden del día, y el próximo puedes ser tú, o alguien cercano a ti.

Señores, miedo, por otras cosas, pero nunca por defender nuestros derechos, ganados a pulso. Y siempre pensar que el empresario es el que manda, y mientras les hagas ganar dinero, serás bueno. Pero a la que no le valgas serás un número más que le molestas y sin escrúpulos te echaran a la calle, y se te quedará cara de tonto.

Si no tuvieras miedo ¿Qué harías?


El esclavo no quiere pensar por que está así, y entonces prefiere besar la mano de quien le domina, antes de meterse en líos que le puede costar el sueño. Julio Anguita