jueves, 11 de diciembre de 2008

MARTA DESDE UN CAMPAMENTO SAHARAUI: EN MISION SOLIDARIA




Tengo el honor y el placer, de que mi amiga Marta en primicia, me deje en mi blog su experiencia en primera persona, de la jornada de ayuda que pasó en el Sahara, os dejo con una excelente escritora y una maravillosa amiga.




Viajar a los campamentos saharauis es como dar un gran salto al vacío para caer de golpe en la realidad.
Una realidad que habla del sentimiento en estado puro. De la relación entre las personas. De la solidaridad y de la hospitalidad.
De sentimientos que, en el mal llamado primer mundo, hemos ido olvidando por no tener tiempo. Por que nuestro modo de vida nos está llevando a dejar de lado nuestro lado más humano.

La ausencia de televisión u ordenador se suple con tertulias, sentados en el suelo sobre una alfombra, con los pies descalzos y envuelto el cuerpo en una manta. A la luz en el mejor de los casos de un fluorescente alimentado por una placa solar y cuando esta se descarga hay que recurrir a las linternas o simplemente a la luz de la luna.
El mejor contertuliano se encuentra en las personas más variadas: en un adulto que se proclama seguidor de la religión islámica de la manera más radical; en un chaval de 20 años al que su corta vida le ha dado una madurez que nunca llegaremos a entender o en el alocado joven que explica su experiencia en los veranos que pasaba siendo niño en España, mientras no puedes parar de reír por la gracia con que lo cuenta.

Es difícil explicar como puedes llegar a echar tanto de menos a unas personas de las que hace unos días no conocías ni siquiera de su existencia.

En este mundo real nuestro, nos hemos olvidado de dar un abrazo a un amigo por que si, simplemente por que te apetece, de una caricia, un gesto o simplemente una mirada. Todo esto es lo que allí te ofrecen. No tienen nada más.
Cuesta imaginar vivir día a día en las condiciones en las que ellos lo hacen. Para poderlo superar recurren a lo más primitivo y humano que existe y es la relación entre las personas.

Para poder entenderlo es necesario estar allí con ellos. Sabes que algo ha cambiado cuando vuelves aquí y sientes un vacío interior difícil de superar. A pesar de todos nuestros avances la civilización está allí.
No debemos olvidar la injusticia que allí se está cometiendo con miles de personas a las que el mundo está de espaldas.
Ahora que tenéis caras y nombres yuani bicom y hasta pronto.

Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga.
Homero


3 comentarios:

Alberto López dijo...

Grande. Muy grande. Un relato conmovedor. Ánimo, el SAHARA VENCERÁ.

buba dijo...

GRACIAS POR TRAERTE LA ESENCIA DE LOS CAMPAMENTOS.
MIENTRAS LLEGA LA INDEPENDENCIA DEL PUEBLO SAHARAUI,EL APOYO,EL NO OLVIDAR,Y EL BOCA A BOCA SERA NUESTRA MANERA DE QUE ESTE PUEBLO,MACHACADO,OLVIDADO, NO SEA VENCIDO.
DESEO UN SAHARA LIBRE Y EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS PARA TODOS LOS PUEBLOS.
ISABEL

Rafa-Sahara dijo...

Hola Marta, no nos conocemos, solo hemos intercambiado un hola, un adiós y un beso de despedida. Hoy al leer tu post en el blog de tu amigo Jesús, he reconocido un sentimiento que tuve hace años al volver por primera vez de los campamentos, espero que como me ocurrió a mi, ese sentimiento se convierta en compromiso de llevar la voz de los saharauis a todos los foros que puedas. Me alegra mucho que personas comprometidas políticamente tengan esa capacidad de reconocer los sufrimientos de otros pueblos y lo sepan expresar, hoy en día no se prodigan estos tipos de compromisos, (políticos y humanos a la vez).
Gracias por tu visión de la problemática saharaui. Recibe un abrazo solidario.
Rafa Martínez.