HALVAR DE FLAK Y SU HIJO VICKY EL VIKINGO EN LA LLAGOSTA

Cada día me siento más orgulloso de ser Llagostense, y como no Catalán, pero como siempre digo, se cuales son mis raíces, raíces Andaluzas. Siempre me sale mi vena Sevillana por parte de Padre, pero sobre todo en Febrero sale mi vena Gaditana, por parte de madre. Es Febrero carnavalero, Febrero de disfraces y de chirigotas, Carnaval de guasa, cachondeo y diversión. Y como no, me enorgullece el hacer pueblo, participando y disfrazándome.

Todavía me viene a la memoria mi primer disfraz, sería en primero de EGB, el mismo día de Carnaval, mi madre corría para buscarme un disfraz. Una vecina le dejo una cabeza de borrego (Sigo siendo un borrego, que conste) con una sábana y trozos de bolsa de basura me disfrazó. Mi padre y mi madre se volcaban por mi disfraz año tras año. Pasé de Borrego, a Chino, Árabe, Pirata etc.
Pero fue en sexto cuando supe que tenía un don para los disfrazarme, aquel año di la campanada de niña pequeña, todavía recuerdo la cara de mis compañeros, en séptimo volví a reventar las estadísticas siendo una de criada, con cofia y todo. En octavo una mujer mora cautivo con sus encantos a compañeros y profesores.

Así año tras año, siempre con la misión de no ser reconocido y superarme un año tras otro. He sido mejicana, Leproso, Niña de colegio de las monjas, mujer un poquito ligerita de cascos, y como no, uno de mis disfraces favoritos, con el cual me siento más identificado. Payaso, me siento Payaso en todos los sentidos, los años que me disfrazo de Payaso, la gente me saca fotos y los niños me piden que haga tonterías (Lo cual hay que decir, que para mi no es complicado, ya que payaso nací y payaso he de morir)
Esta semana muchos amigos, padres de compañeros del colegio, me preguntabas este año que ¿te conoceremos? Mi respuesta siempre la misma, intentaré que no.

Cuando le dije a mi mujer y a mi hijo el disfraz hace dos meses, me decía estas loco, y yo decía a estas alturas os dais cuenta de mi locura. Empezamos a trabajar en el disfraz. Mi mujer tengo que felicitarla, por su gran labor y sus horas de costurera, sin maquina de coser, aguja y hilo.

Y llega el Sábado de Carnaval, empiezo a disfrazarme y a disfrazar a mi niño. Siguiente paso, es salir a la calle y ver si mi golpe tiene el efecto que me gusta, el efecto sorpresa, el efecto de que la gente te mire y no sepas que eres tú. Nada más salir, veo que el efecto empieza a funcionar. Primera vuelta sin hablar solamente observando, ver como te miran. Y en la Segunda vuelta, acercarme mirar a los ojos a mis compañeros del colegio que van con sus padres e hijos, y siempre la misma respuesta. Mira que le estaba diciendo ahora mismo a mi madre, todavía no hemos encontrado al Jesús. Amigos que te dicen Jesús un año más, nos la has metido.






Halvar de Flak y su hijo Vicky el Vikingo, no se han llevado ningún premio de dinero pero si se han llevado el premio más grande que se puede llevar cualquiera que va disfrazado. Que es, el no ser reconocido y la felicitaciones de amigos y extraños.
Halvar de Flak y su hijo Vicky el Vikingo se puede decir que han conquistado el poblado de la Llagosta.


A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.
Gilbert Keith Chesterton